vía Por un urbanismo de los ciudadanos.
Concebida como parte del ejercicio de reflexión colectiva que constituyen estas jornadas y tratando de ser meticulosamente fiel tanto al título general de las mismas, Ecología y ciudad: las raíces de nuestros males y cómo tratarlos, como al que encabeza esta jornada en particular, La ciudadanía imaginada: entre la autosuficiencia y la libertad, la presente aportación trata de plantearse cuál es aquella ligazón conceptual entre todos estos términos que, de la manera más útil, pueda contribuir al proceso de revisión de la disciplina urbanística desde la óptica de la ecología, un proceso cuya necesidad imperiosa se ha venido configurando como el referente general y común de todas las anteriores intervenciones y, en particular, de la anterior jornada.
Y así, si hablar del binomio ecología y ciudad significa, entre otras cosas, referirse a la urbe como sumidero de recursos energéticos y materiales y como artefacto productor de desechos, hablar de ciudadanía, de autosuficiencia y de libertad en relación con el fenómeno urbano significa principalmente reflexionar sobre los procesos de toma de decisiones mediante los cuales se generan esos flujos de energía, materia y recursos cuya cristalización configura en cada momento la calidad del entorno inmediato en el que viven los ciudadanos. Significa, en suma, constatar una vez más que, para entender la dialéctica entre ecología y ciudad, es imprescindible ligarla con la reflexión sobre el poder.