La Era de la Mentira Total

The Age of Total Lies

A mural of Russian President Vladimir Putin and US President Donald Trump in Belgrade, Serbia, December 4, 2016
Marko Djuric/ReutersA mural of Russian President Vladimir Putin and US President Donald Trump, Belgrade, Serbia, December, 2016

Instigada por noticias falsas, manipulación de medios de comunicación social y la mentira continua, la llegada al poder de Donald Trump ha planteado la cuestión de si las poblaciones de otros países podrían ser susceptibles del mismo nivel de engaño. Un caso interesante es Serbia, cuyo actual primer ministro, Aleksandar Vučić, ex ultranacionalista que sirvió como Ministro de Información a finales de los años 90, cuando los periódicos eran multados y cerrados para acallar a la disidencia mientras Slobodan Milošević peleaba una guerra contra la OTAN sobre Kosovo .
El siguiente comentario de Vesna Pešić, politico serbio opositor y activista de derechos humanos, describe los trucos que Vučić y su partido usan para gobernar el país en estos días. Una mujer de extraordinaria valentía e integridad personal, ha continuado criticando el liderazgo Serbio en sus columnas en Peščanik, una revista en línea, a pesar de los esfuerzos del gobierno por silenciarla. Recientemente fue demandada por el Ministro de Policía por infligirle «dolor mental» al describir su estupidez como incomparable y preguntándose por qué se le asignó el papel de ser el más tonto en el actual gobierno. Aquí hay una traducción de su artículo, junto con extractos de una conversación reciente que tuve con ella sobre las implicaciones de gobernar por mentiras y las similitudes entre las situaciones serbia y de E.U.A..

—Charles Simic


En mi último artículo escribí sobre estrategias para encubrir la verdad. Ahora, me gustaría ir un paso más adelante y plantear la cuestión de ‘gobernar por mentiras’. Vale la pena preguntarse si puede haber una teoría de mentira total, o al menos un intento de explicarla. Una situación de mentira total ocurre cuando una cultura de mentiras se vuelve dominante en una sociedad, como resultado de la re_invención de la realidad y la negación de hechos. En tal situación, los hechos son aprisionados y puestos fuera del alcance. En Serbia, el cambio hacia la cultura contra_fáctica tuvo lugar cuando la Corte Suprema dicto sentencia en la que establece que el hermano del primer ministro Aleksandar Vučić no posee una compañía llamada Asamacum, aun cuando estaba debidamente registrada en su nombre, en lo que era un claro caso de nepotismo y conflicto de interés. La corte hizo esto bajo presión del gobierno, aceptando sus fabricaciones de que la identidad del hermano, su identificación y su firma habían sido robadas. Fue uno de los primeros golpes contra el sentido común. (Cualquier semejanza con Virgilio Andrade reportando que no hubo conflicto de interes en el caso de la ‘Casa Blanca’ , Higa y Enrique Peña Nieto y su familia, es meramente circunstancial).  De manera similar, una ley fue suspendida y los hechos distorsionados para justificar la expedición de permisos para demoler edificios en Belgrado, después de que hombres enmascarados durante la noche del 24 al 25 de abril demolieron parte del barrio Savamala donde un proyecto gubernamental muy controvertido pretende ser construido y asi entramos a un mundo de poder obtuso y  de manipulación. (Nada que ver con actos de Miguel Angel Mancera en CdMx y Ruiz Esparza en MX)

Los politicos, por supuesto siempre prometen más de lo que pueden lograr; los demagogos no aparecieron ayer. Pero, ¿de dónde proviene esta deliberada y constante mentira? Parece que se ha convertido en un pre_requisito para ocupar un puesto de gobierno, especialmente para cargo de Ministro en el gobierno de Vučić. Vedran Dzihic, académico del Instituto Austríaco de Asuntos Internacionales, sostiene que el objetivo es hacer imposible el distinguir los hechos de las mentiras. Este fenómeno está extendiendose por todo el mundo, no es específico de Serbia. Dzihic llama a esto, política post-factual. Él cree que esas historias desconcertantes que oímos acerca de espías, traidores y golpes de estado están destinadas a inflar el mítico sentido de importancia de Serbia y «arrojar tierra  a los ojos del público«.

El hecho de que Donald Trump haya ganado las elecciones en E.U.A. gracias a su hábil gestión de mentiras confirma que hay algo de verdad en la teoría de la política post-factual. Incansablemente hizo falsas promesas con el fin de obtener los votos de quienes habían sido «olvidados», quienes estaban felices de ser recordados, –aunque sólo fuera para mentirles. El que los trabajadores mal pagados crean que serán rescatados por un multimillonario que no paga impuestos y que es el rey de los reality shows (realidad falsa) es simplemente el resultado de un engaño. Esto se hará evidente muy pronto. Trump reducirá los impuestos para aquellos que ya tienen demasiado dinero, pero no será capaz de dar a obreros de fabricas trabajos bien pagados, porque es imposible hacerlo en una sociedad avanzada post-industrial. Sin embargo, los enojados y los pobres siguen creyendo que un rico exhibicionista comenzará una lucha contra la mismísima organización que los ha marginado y empobrecido. Y esto no solo sucede en E.U.A., también en Francia, Austria, Alemania, Hungría, Polonia y otros lugares. De hecho, ultra ricos demagogos de extrema derecha han formado coaliciones con los pobres en todo el mundo, utilizando políticas post-factuales y engañosas. Al conquistar a la clase obrera abandonada y confiando en el nacionalismo, que siempre gana en tiempos de crisis, estos nuevos líderes están amenazando las democracias liberales occidentales. Estamos en realidad, tratando con una forma progresiva de fascismo social – el enemigo más peligroso de la democracia, la igualdad y la libertad.

Es evidente que Serbia es un ejemplo de esto, al menos a primera vista. Estamos dirigidos por un demagogo derechista, un gran manipulador que, aunque apoyado por los pobres, es propenso al autoritarismo y nacionalismo. Pero no nos engañemos, nuestra clase obrera y otros ciudadanos no la tendrán como en E.U.A. o Francia (si un demagogo de derecha gana las elecciones esta primavera). En países subdesarrollados como el nuestro, las cosas son mucho peores, porque aquí uno puede mentir al infinito con impunidad. Esto se debe a que los ciudadanos son más pobres, menos educados, más propensos al autoritarismo, más impotentes y más sospechosos de la democracia; mientras nuestras instituciones sean maltratadas y frágiles, los medios de comunicación débiles y la economía frágil. Nuestro demagogo no es de la misma especie que Trump. No es rico, pero pertenece a una mafia política que pretende enriquecerse gestionando el país. Esta distinción es crucial simplemente porque tal gobierno debe ocultar lo que realmente está haciendo. Cuando todo está oculto, ocurre una negación colectiva de los hechos, llevando a una cultura de rumores crónicos. Sólo los más diligentes pueden aprender una o dos cosas sobre lo que la mafia gobernante está realmente haciendo. Y así es como tiene que ser, ya que su riqueza ha sido obtenida mediante corrupción y delincuencia.

Para esconder exitósamente sus acciones, nuestros líderes entierran al populacho en mentiras, y a fin de hacerlo con éxito, tienen que socavar al Estado y sus instituciones, intimidar a los medios de comunicación y sobornar a la gente, lo que hacen sin descanso. Estas son las armas que nuestros líderes usan para socavar a críticos y opositores, y para proteger ferozmente al gobierno y todo su corrupto desorden. La opinión pública es manipulada para oponerse a la formalmente proclamada política pro-europea, al tiempo que los conflictos con naciones vecinas y países son alentados, mientras se proclama la estabilidad. Así es como se implementa esta doble política: una para la nación y otra para el resto del mundo.

En una sociedad tan débil como la Serbia, una mentira no se utiliza para la seducción ideológica, sino para reforzar la dependencia en el gobierno autoritario. Esta dependencia siempre ha estado allí y explica por qué los partidos democráticos y liberales se enfrentan a un muro casi impenetrable. Sus ideas son incapaces de llegar a la mayoría de los votantes porque gran parte de la población ya ha sido convertida a un gobierno autoritario y no se siente atraída por los principios liberales occidentales. Y los propios partidos de oposición están bajo la presión del régimen. El gobierno actual elige a sus ministros, diputados y los editores de medios de comunicación pro-gobierno con base en que tan brutales y dispuestos son para mentir. Esto se ve mejor en los tres tipos de personas en el gabinete de Vučić: los ministros-boxeadores, que están dispuestos a mentir, balbucear, atacar a su capricho, y seguir sus ciegamente sus ordenes; los ministros que son obedientes y menos visibles al público; y un tercer grupo de ministros que son «agradables», «pro-occidentales» y «modernos», y tiene la tarea de soltar mentiras sobre los grandes logros de Serbia que están ahora al alcance del pueblo. «Y planeamos alcanzar a los países líderes, como E.U.A. y China, en dos años», twitteó uno de ellos, mientras otro anunció que ‘Nuestra nave espacial aterrizará en Marte para el 2018’. Al decir que la UE aún tiene que hacer lo que Serbia está lista para hacer ahora, el nuevo liderazgo ha confirmado que nuestra política de manipulación es sin paralelo.

Vesna Pešić
Vesna Pešić

Charles Simic: A menudo he sido impresionado con la lectura de sus obras, a lo largo de los años incluida ésta, por cuanto sus observaciones sobre Serbia se aplican también a la política norteamericana. Ahora que tenemos a Trump como presidente, siento que estamos aún más cerca.

Vesna Pešić: Cuando las democracias occidentales son sacudidas, con frecuencia países periféricos ofrecen una profecía temprana sobre la dirección en que van las cosas. Esas similitudes no ocurren porque las periferias son las que crean nuevas tendencias globales, sino porque son las primeras en desmoronarse tan pronto como la crisis se pone en marcha. El primer ministro serbio se supera todos los días con las mentiras que nos sigue diciendo. Trump, también, ha llevado la práctica habitual de giro político a todo un nuevo nivel. Ninguno de ellos ha sido herido por sus mentiras y fabricaciones. Los populistas serbios simplemente aman a Trump, se arraigaron por él apasionadamente, marcharon por las calles con sus fotografías y exigieron a los serbios en E.U.A. que votaran por él. Les encanta cómo ataca la globalización y el hecho de que esta enfocado en la soberanía de la nación. Sienten que este tipo de giro autoritario contribuirá al cumplimiento de los sueños nacionalistas serbios. Están convencidos de que Rusia apoya a Serbia y que «la America que pronto será grande otra vez» de Trump pronto se unirá a nosotros. ¡Suertudos!

Cuando uno oye la frase «mentira total» uno piensa en la Alemania nazi, la Rusia soviética y la China de Mao, pero hoy estamos presenciando un creciente desprecio por la verdad en países que son democracias ostensibles.

El desprecio por la verdad en los países democráticos no es un fenómeno enteramente nuevo. Pero es repentinamente reconocido por lo que es después del referéndum Brexit y la campaña electoral de Trump. Esto no tiene nada que ver con la historia totalitaria que mencionaste. Esos líderes no estaban mintiendo, creían realmente en sus ideologías mesiánicas. El mundo pos_factual impone un nuevo desafío: cómo diferenciar la verdad de las mentiras intencionales. Los políticos europeos están preocupados por noticias falsas, desinformación y ataques de hackers atribuidos a Rusia. El problema es que nadie sabe cuán seriamente hay que tomarse todo esto, o si lo que estamos oyendo es la verdad o una mentira.

¿Cómo explicas que los pobres están uniendo fuerzas con líderes multimillonarios para hacer a los ricos aún más ricos y a los pobres aún más pobres?

El Estado de bienestar fue destruido por la globalización, la desindustrialización y la creciente dominación de las corporaciones y el sector financiero. Los partidos de izquierda y las críticas izquierdistas al capitalismo han casi desaparecido; Los izquierdistas se han alineado con el neoliberalismo, los sindicatos han sido debilitados o destruidos. Incluso cuando los bancos se colapsaron en 2008, nada cambió. Asumiendo los problemas de inmigración y terrorismo, políticos de derecha prometieron «proteger» a los ciudadanos propagando xenofobia, miedo y nacionalismo. Han subido al poder presentándose como guardianes de una clase obrera abandonada, apelando al nacionalismo y egoísmo patriótico, y prometiendo expulsar a los inmigrantes.

Tus escritos tienen tambien sus momentos de humor. Alguna vez revisé una colección póstuma de escritos políticos de Stojan Cerović y recuerdo sentir que estaba leyendo el diario de un ser humano sano que se había encontrado en un manicomio.

Somos una sociedad pequeña y los intelectuales progresistas se conocen entre si. Nuestra travesura es ciertamente humorística, o, como nos gusta decir, tragicómica. Al final, todo se convierte en una farsa; aunque las consecuencias son realmente trágicas. A menudo caigo al humor, casi por accidente, porque las cosas que nuestros líderes dicen a veces son hilarantes. Stojan Cerović era un muy querido amigo mío, lo amaba mucho. Es curioso cómo una sociedad atrasada logra nutrir a gente tan talentosa. Ahora tenemos caricaturistas notables, incluso cómicos en vivo –una invención americana. Están bajo fuerte censura gubernamental, y algunos programas han sido prohibidos. Pero todavía tenemos que luchar por democracia y libertad: somos una minoría, pero aún estamos aquí.

—Translated by Marijana Simic

February 6, 2017, 11:47 am
–Traducido del inglés por Archibaldo Hope
Febrero 9, 2017 19:50